jueves, 14 de julio de 2011

Yo no soy esa mujer que no sale de casa y que pone a tus pies lo mejor de su alma, no me convertiré en el eco de tu voz en un ricón. Yo no soy esa mujer, esa niña perdida, la que firma un papel y te entrega su vida; nunca me verás llorar aunque sienta deseos más de una vez *