domingo, 1 de abril de 2012



Raro que diga esto, pero necesito calmarme, necesito empezar a respirar un poco más, a no preocuparme tanto.
Ultimamente estoy exaltada, estoy preocupándome por cosas que, en verdad, no valen un minuto de mi tiempo; osea ¿preocuparme por quién me quiere? Dejate de joder, Lucía, si nunca te importó estar con alguien, si vos misma decías que el indicado iba a llegar en su momento ¿por qué te preocupás? Al pedo me preocupo, si sé que no tengo apuros, si sé que estoy más que bien de la manera en que estoy, si sé que soy feliz a pesar de los altibajos que puedo tener, si sé que soy fuerte, si sé que me banco todas de todos, si sé que soy así ¿de qué preocuparme? De nada.
Respirar profundo, cuesta, más para aquellos que son como yo, que no pueden 'bajar cambios' así de la nada, que tienen un ritmo de vida moderadamente acelerado, que una vida pasiva no es de su estilo, bueno, tengo que empezar a bajar cambios, pero de a poco, así no me mato en el intento.

Breathe, Lucía, breathe.