sábado, 1 de enero de 2011

Tratando de vivir con vagas esperanzas, ya no sé que hacer. Su desconfianza se refleja en su mirar & yo, entre lágrimas, explicandole a mi corazón que era lo mejor, que era lo que no dañaba a mi alma, aunque nadie quiera ver la realidad, me señala con su dedo la llamada inseguridad; la miré por un momento, sólo pensando el porque, luego & sólo por una milécima de segundo me explicó que no era la culpable yo. Me desvanecí en recuerdos & memorias, no quería hablar con nadie, la tristeza me acechaba sin duda alguna & yo sigo pensando que, sin lugar a dudas, me respira sobre el cuello, esperando una respuesta que le dé a entender lo que quiero. Esta esperándome en su balcón, tratando de escuchar un vago rumor que le diga por fín la guerra de sentimientos que ocurre en mí.