viernes, 8 de marzo de 2013

Nunca dejo que un ángel haga un nido en mi almohada, pero me acuerdo tarde mi amor. 

Hoy me siento a la sombra de tus piernas dormidas, le converso a mi insomnio de vos.

Como los fantasmas del recuerdo salen de noche a patotearte, vos andas descalza y en puntas de pie.