jueves, 15 de septiembre de 2011

Tu sonrisa desnudaba cierta travesura y tus ojos eran cómplices de tu aventura, quisiste volar y desplegaste tus alas, no había duendes ni brujos, príncipes, nada. Estabas ahí, tan chiquitita, corriendo en la arena, buscando tu sueño de hada.